¿Te gustaría tener a las personas en la palma de tu mano mientras les hablas?
A continuación te voy a explicar una técnica muy conocida que te ayudará a atrapar y mantener la atención de las personas cuando hables en público…
La gente se cansa de los argumentos o las ideas abstractas y racionales, ellos quieren algo práctico, fácil de comprender, y que además sea divertido.
La mejor manera de satisfacer estas necesidades en tu público es contarles una buena historia. Por eso las novelas literarias y las películas siguen siendo una actividad a la que las personas le dedican mucho de su tiempo, porque los entretiene.
Uno de los públicos más difíciles que puedes llegar a tener son los niños pequeños; si llegas y les das demasiadas explicaciones y conceptos, perderás su interés. Pero si les cuentas una historia los mantendrás escuchándote con mucha atención.
Así como las novelas y las películas usan historias y tramas que envuelven a las personas y provocan que se sientan inmersas en esa atmósfera, así debes emplear las historias para entregar tu mensaje cuando hables en público.
Pero… ¿Cómo puedes contar una buena historia?
Si vas a usar una historia en tu presentación en público, asegúrate de que cumpla con las siguientes características:
- Que sea aplicable a la vida real. Es necesario que la gente se pueda identificar fácilmente con tu historia. Por eso te recomiendo que la historia que utilices sea una representación de la vida cotidiana, incluyendo situaciones que a cualquiera nos podrían suceder.
- Que sea práctica. No agregues detalles innecesarios que puedan aburrir a tu público y que provoquen que se pierda el punto central de tu narrativa.
- Que tenga un mensaje. Tu historia debe encerrar un mensaje importante que esté relacionado a tu tema de alguna manera, ya sea para reforzar alguno de tus puntos importantes, para empezar a abordar tu tema o para cerrar y condensar lo que acabas de decir.
- Que contenga suspenso. De preferencia agrega un poco de suspenso a tu narración, esto lo puedes lograr poniéndole intención a tus palabras, haciendo pausas y cambios de voz. De esta manera, tendrás a las personas muy alerta en todo momento.
Si tu historia cumple con estas características que te acabo de explicar, entonces podrás notar cómo efectivamente logras atrapar y mantener la atención de tu público, y no sólo eso, sino que además tendrás mucho ÉXITO en la entrega de tu mensaje.
Quizá olviden todos tus argumentos, pero seguramente recordarán esos momentos de la historia que los mantuvieron al borde del asiento.
Así que te reto a que en tu próxima presentación hagas uso de una historia y veas los resultados por ti mismo. Puede ser una historia conocida, ficticia, una que tú inventaste o una experiencia personal que te sucedió a ti.
¿Quieres ver cómo cuento una historia?
En el siguiente VIDEO te voy a compartir una historia ya conocida, pero que encierra un mensaje muy importante. Presta mucha atención sobre todo, a la introducción y conclusión que hago antes y después de la historia:
La verdad es que ahora que veo mi video puedo notar muchos detalles que puede mejorar y tal vez lo mismo te pase a ti. Pero lo importante es que pongas en práctica estos consejos de manera constante, y día con día vas a mejorar en tu expresión.
Ahora cuéntame… ¿qué opinas tú?
Víctor Toscano
TecnicasHablarEnPublico.com
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